25 Jun 1902 Centro de Interpretación del Románico. La Rioja
Arquitectos: María José Pizarro, Óscar Rueda | Colaboradores: Javier Fuentes, Mario López, Mayliz Pena
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La cruz y la torre son arquetipos en la arquitectura del románico. Aquí, La Cruz señala en el territorio el Centro del Románico. Es simbólica, genera identidad y estructura el interior de la edificación. La Torre se eleva en el perfil de Treviana, es una marca en el paisaje cultural del románico riojano. Apela a la memoria y trabaja como chimenea solar para acondicionar la edificación de manera natural.
Cuando hablamos del Románico de la Rioja Alta, Treviana se convierte en un punto de referencia. No solo por alojar algunas piezas notables de este período sino por ser el lugar donde se ubica el Centro de Interpretación del Románico “Rioja Románica”. Es el punto geográfico que inicia una serie de rutas que engloban dieciocho pueblos comprendidos entre el río Tirón y los montes Obarenses.
La propia historia del pueblo de Treviana se asocia a una acumulación de culturas que han ido depositando sus huellas debido al enclave estratégico que posee. Su emplazamiento es singular, una atalaya que se eleva en torno al valle del río Ea. En ese entorno se asientan las construcciones de piedra que construyen la ladera sur del cerro, fomentando el dialogo entre dos piezas clave de la cultura románica: la Capilla de La Concepción y la Iglesia de Santa María la Mayor.
En torno al vacío de la plaza Ildefonso San Millán, se ubican las principales edificaciones de la población: la Casa Consistorial y la Iglesia de Santa María. Frente a ellas se restaura una nueva pieza, la Casa Cural como nuevo Centro de Interpretación del Románico potenciando la representatividad de este espacio urbano.
De esta manera la plaza se convierte en el elemento articulador y aglutinador de actividades, punto de encuentro y referencia del lugar.